Cómo congelar melocotones

No hay nada como el esplendor de los deliciosos melocotones de verano. Ya sea que tenga sus propios melocotoneros o los haya comprado en el mercado de agricultores, congelar los melocotones es una excelente manera de disfrutar de su delicioso sabor mucho después de que termine la temporada. ¿Te preguntas cómo congelar los melocotones correctamente? ¡Hoy voy a compartir contigo exactamente cómo hacerlo!

Chica sujetando melocotonesChica sujetando melocotones

Contenido

Me encantan los melocotones y una de mis recetas favoritas de melocotones es el pastel de melocotón y arándanos. Pero también me encanta comer melocotones tal cual. Donde vivo, la temporada de duraznos se acerca al final del verano y poco a poco nos acercamos a esa época.

Me gusta comprar algunos melocotones locales al por mayor y conservarlos enlatándolos o congelándolos para más tarde.

¿Por qué congelar los melocotones?

Congelar melocotones es una excelente manera de conservar su sabor y valor nutricional. Cuando los congelas adecuadamente, podrás disfrutar del sabor de los melocotones frescos en batidos, postres y platos salados durante todo el año.

Además, congelar es una excelente opción si compras más melocotones de los que puedes comer antes de que se echen a perder.

Elige los melocotones adecuados

Para obtener mejores resultados, comience con melocotones que estén maduros pero no demasiado maduros. Los duraznos demasiado maduros pueden volverse blandos cuando se congelan, así que busque duraznos que sean firmes al tacto pero ligeramente flexibles.

Si tiene melocotones que están un poco poco maduros, madurarán bien en el mostrador en el transcurso de unos días antes de congelarlos. ¡Pero míralo de cerca! No querrás dejar que hierva demasiado.

Cómo congelar melocotones

1. Lavar y preparar los melocotones

Comience lavando los melocotones con agua fría. Esto eliminará la suciedad y los residuos. Luego sécalo con una toalla limpia.

2. Pelar los melocotones

¿Se deben pelar o no los melocotones? Esta es una buena pregunta. Si prefieres los melocotones sin piel, aquí tienes un truco: hervir los melocotones. Trae una olla de agua a hervir. Prepara un recipiente con agua helada y déjalo a un lado.

Coloca los melocotones en agua hirviendo durante unos 30 segundos. Notarás que las escamas comienzan a arrugarse. Transfiera rápidamente los duraznos a agua con hielo para detener el proceso de cocción. Una vez frías, las cáscaras deberían desprenderse fácilmente.

Si no te importa la piel, puedes saltarte este paso y cortar los melocotones tal como están.

3. Cortar los melocotones

Cortar los melocotones por la mitad y quitarles el hueso. Luego corta los melocotones en rodajas o trozos pequeños, según tu preferencia. El tamaño de las rebanadas puede afectar la forma en que se congelan y descongelan, así que elija el tamaño que mejor se adapte al uso previsto.

4. Evita que el color se vuelva marrón

Los melocotones pueden volverse marrones cuando se congelan, pero esto se puede evitar con un método sencillo. Mezcla un cuarto de taza de jugo de limón con un cuarto de taza de agua. Mezclar las rodajas de durazno con la mezcla de limón y agua. La acidez del jugo de limón ayuda a conservar el color y sabor de los melocotones.

Si lo prefieres, también puedes utilizar ácido ascórbico (vitamina C en polvo) para prevenir el bronceado. Siga las instrucciones del paquete para obtener la cantidad correcta.

5. Congele los melocotones con antelación

Para evitar que las rodajas de melocotón se peguen formando un grupo grande, deberás congelarlas de antemano. Extienda las rodajas de melocotón en una sola capa sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Asegúrate de que las rodajas no se toquen entre sí.

Coloca la bandeja para hornear en el congelador durante aproximadamente 2 a 4 horas, o hasta que las rodajas de durazno estén completamente congeladas.

6. Embalaje y almacenamiento

Una vez que las rodajas de melocotón estén congeladas, transfiéralas a bolsas o recipientes herméticos. Asegúrese de eliminar la mayor cantidad de aire posible para evitar quemaduras por congelación.

Me gusta hacer esto cerrando la bolsa excepto por un pequeño orificio donde puedo colocar la pajita, y luego usar la pajita para aspirar el resto del aire.

Marque las bolsas o contenedores con la fecha para poder realizar un seguimiento de cuánto tiempo han estado almacenados.

7. Disfruta de los melocotones congelados

¡Ahora los melocotones están listos para usar! Los melocotones congelados se pueden utilizar en una variedad de recetas, desde batidos y tartas hasta tartas y salsas. Simplemente saca la cantidad que necesitas y devuelve el resto al congelador. No es necesario descongelar los melocotones antes de cocinarlos; A menudo puedes usarlo directamente desde el congelador.

Melocotones colgando de un árbolMelocotones colgando de un árbol

Consejos para congelar melocotones

  • No aglomeres: Asegúrese de que las rodajas de melocotón estén alineadas en una sola capa durante la precongelación. Esto ayuda a que se congelen de manera uniforme y evita que se peguen.
  • Congelar en partes: Si planeas usar melocotones en diferentes recetas, considera congelarlos en porciones. De esta manera, podrás obtener fácilmente la cantidad que necesitas sin tener que derretir una gran cantidad.
  • Utilice bolsas de alta calidad: Invierta en bolsas para congelador o bolsas de vacío de calidad. Estas bolsas te ayudarán a prevenir quemaduras por congelación y a conservar el sabor de los melocotones frescos.

Congelar melocotones es una forma sencilla de disfrutar del sabor del verano durante todo el año. Con tan solo unos sencillos pasos, podrás conservar su sabor y textura para utilizarlos en tus recetas favoritas. Ya sea que esté preparando pastel de durazno en pleno invierno o haciendo jugo de durazno fresco en un caluroso día de verano, se alegrará de haberse tomado el tiempo para congelarlo.

Me gusta tener a mano fruta congelada para preparar un postre rápido cuando vienen invitados, como pastel crujiente de durazno o pastel de zapatero. También me encanta poder tomar un puñado de duraznos congelados y mezclarlos en la licuadora con un plátano, un poco de leche de avena y una cucharada de proteína en polvo.

Realmente ayuda tener fruta congelada durante todo el año. Además de los melocotones, me gusta congelar los arándanos y las fresas. También congelo calabacines para poder usarlos para hornear y otras ideas de comidas.

Almacenar su cosecha no significa que tenga que permanecer todo el día frente a una olla caliente enlatando verduras y frutas. Si tiene espacio en el congelador, congelar es una excelente manera de conservar frutas y verduras.

Así que la próxima vez que tengas un montón de melocotones a mano, recuerda estos consejos y disfruta del sabor del verano cuando quieras.

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